en
las noches del domingo hasta los viernes;
por
encima de esa cama, mira nuestra luna,
a
través de la ventana,
murmurando
mensajes de amor abandonada.
Quiere
saber en cual almohada
reposan
tus cabellos
cual
rayos celestiales de madrugada.
Quien
con placer admira también
tu
cuello abandonado.
Quien
es el ser que besa tu mejilla con delirio,
con
cariño e ilusionado te toma entre sus manos.
Dile
que murmuran a tu oído
labios
que no son los míos, apasionada.
Abandonada
por estúpido galán
que
siempre pierde las partidas
por
no saber que en esta vida
nadie
da nada por nada
y
que para merecer
hay
que dar amor de madrugada.
Mezcla
el magneto de tus ojos bellos,
con
la luna iluminada
para
llegar a ti apasionada,
abandonada.
Porque
quiero soñar contigo las madrugadas.